Catedral de Siena

El exterior e interior del templo aparecen decorados con un placado de mármol blanco y verdoso, formando unas características rayas o bandas horizontales.

Se pretendía triplicar prácticamente el espacio catedralicio, convirtiendo lo ya edificado en el crucero del nuevo templo.

Al exterior del templo, se aprecia la estructura general de esta ampliación fallida.

Fue muy elogiado por Giorgio Vasari, e intervinieron en su diseño y confección famosos artistas como Pinturicchio o Domenico Beccafumi.

Con todo, quizá las obras más sobresalientes sean dos esculturas, un san Pedro y un san Pablo, obras juveniles de Miguel Ángel, que forman parte del llamado Altar Piccolomini, encargado por miembros de esta poderosa familia.