Estudió casi todas las ciencias de su época y fue recompensado abundantemente por su incansable investigación en muchos campos del saber.
Su nombre completo era Abū 'r-Raihān Muhammad ibn Ahmad al-Bīrūnī (en árabe: أبو الريحان البيروني; en persa: ابوریحان بیرونی).
Era un verdadero devoto del islam, pero no mostraba prejuicios racistas ni contra los practicantes de otras religiones.
En realidad Al-Biruni no fue un gran innovador ni sus escritos estaban llenos de teorías originales... sus ideas están fundadas en el método experimental y en la observación.
Fue el primero en hacer la distinción semántica entre astronomía y astrología,[7] y, en una obra posterior, escribió una refutación de la astrología, en contradicción con la ciencia legítima de la astronomía, a la que expresa su apoyo incondicional.
Nosotros también hemos compuesto un libro sobre el tema llamado Miftah-ilm-alhai'a (Clave de la Astronomía), en el que creemos haber superado a nuestros predecesores, si no en las palabras, en todo caso en la materia.
[11] En su principal obra astronómica, el Canon de Mas'ud, Biruni observó que, contrariamente a lo sostenido por Ptolomeo, el apogeo del Sol (punto más alto en los cielos) era móvil, no fijo.
[16] En su Codex Masudicus (1037), Al-Biruni teorizó la existencia de una masa de tierra a lo largo del vasto océano entre Asia y Europa, o lo que hoy se conoce como las Américas.
También teorizó que al menos parte de la masa terrestre desconocida se encontraría dentro de las latitudes conocidas que los humanos podían habitar, y por tanto estaría habitada.
[17] Al-Biruni contribuyó a la introducción del método científico en la mecánica medieval.
[18][19] Desarrolló métodos experimentales para determinar la densidad, utilizando un tipo particular de equilibrio hidrostático.
[20] El principal ensayo de Biruni sobre historia política, Kitāb al-musāmara fī aḵbār Ḵᵛārazm.