Asimismo, el impacto generó daños en una buena parte del edificio y ocasionó un incendio, generando el derrumbe parcial del mismo, y que fue combatido por los bomberos durante varios días.
[13][14] Ese mismo lunes, Nawaf al-Hazmi, acompañado de otros secuestradores, se registró en el Hotel Marriott en Herndon (Virginia).
[20] Ambos hombres fueron al detector de metales y fueron sometidos a inspección secundaria.
Moqed siguió activando la alarma, por lo que se le inspeccionó con una barra manual.
El vigilante del puesto de control nunca pudo resolver qué había activado la alarma.
[23] El vuelo estaba programado para partir a las 8:10, saliendo por la puerta D26 de Dulles.
[19][27] Le dio a conocer que los pasajeros, y posiblemente la tripulación, habían sido llevados a la parte posterior del avión, y que los secuestradores no eran conscientes de su llamada.
Theodore Olson contactó al centro de comando del Departamento de Justicia, y pese a intentar contactar al fiscal general John Ashcroft, no logró hacerlo.
[19] Cerca de cinco minutos después, Barbara llamó a su esposo una vez más, le dijo que el piloto había anunciado que el vuelo era secuestrado y preguntó: Ted le preguntó la ubicación del avión y ella le respondió que el aerodino sobrevolaba un área residencial.
[29] Entonces, él le informó de los atentados al World Trade Center; poco después, la llamada se cortó una vez más.
Los controladores creyeron en un principio que era un avión de combate, dadas su velocidad y maniobrabilidad.
[31] Los controladores del Aeropuerto Reagan pidieron a la ANG que un C-130 Hercules siguiera e identificara al aerodino en cuestión.
[37] En total, el avión tardó ocho décimas de segundo para penetrar completamente 94 m en los tres anillos más externos[39] y consiguió desencadenar una bola de fuego que alcanzó los 61 m por encima del edificio.
El impacto, y el fuego subsecuente, penetraron secciones de los tres anillos externos del lado occidental, tanto así que una sección del anillo más exterior fue destruida en gran parte, y otra gran parte terminó derrumbándose.
En total, ocurrieron 189 muertes en El Pentágono, incluyendo 125 en el edificio y 64 a bordo del vuelo 77, incluyendo a la presentadora televisiva Barbara Olson, que estaba camino a la grabación de Politically Incorrect con Bill Maher;[43] a un grupo de tres niños de 11 años (Asia Cottom, Bernard Curtis y Rodney Dickens), sus profesores acompañantes (Sarah Clarck, James Debeunere e Hilda Taylor) y dos miembros de la National Geographic Society (Ann C. Judge y Joe Ferguson).
[47] El ejército sufrió 75 bajas, más que cualquier otra fuerza armada, y otros 106 heridos fueron tratados en hospitales cercanos.
Mary Lyman, que conducía por la I-395, vio al avión pasar por encima con un «ángulo inclinado hacia el suelo y yendo rápido» y luego vio la nube de humo proveniente de El Pentágono.
La tierra se estremeció y toda la zona estaba llena de fuego.
«Hubo un enorme ruido estridente y me bajé del auto mientras el avión se acercaba.
Estaba inclinando sus alas hacia arriba y abajo como si estuviera tratando de equilibrarse.
[50] Las nacionalidades de los 53 pasajeros, 6 miembros de la tripulación, 5 terroristas y 125 personas en El Pentágono incluyeron 16 países diferentes: Los esfuerzos para el rescate comenzaron inmediatamente después del impacto, y casi todos los rescates exitosos tuvieron lugar en la primera media hora.
[58] Inicialmente, los esfuerzos de rescate fueron llevados por los empleados militares y civiles dentro del edificio.
En cuestión de minutos, las compañías de bomberos llegaron por primera vez y encontraron a estos voluntarios en la búsqueda cerca del lugar del impacto, tras lo cual los bomberos ordenaron que se fueran ya que no estaban debidamente equipados o entrenados para hacer frente a los peligros.
[66] Las típicas tácticas de lucha contra incendios fueron inutilizadas por la estructura reforzada, y por ello los bomberos no pudieron llegar al fuego para extinguirlo.
[79] Finalmente, los investigadores identificaron a 184 de las 189 personas que murieron en el ataque.
Según Bridges, las grabadoras fueron encontradas «exactamente por donde el avión entró al edificio».
[85] El CVR fue llevado al laboratorio de la NTSB en Washington D. C. y sus archivos fueron descargados.
Rumsfeld, en cambio, insistió en que permanecería en El Pentágono, en lugar de enviar al subsecretario Paul Wolfowitz a Pensilvania.
[93] Los empleados de El Pentágono regresaron a las oficinas al día siguiente, en zonas que no resultaron considerablemente afectadas.
Para finales de septiembre, más empleados regresaron a las áreas ligeramente dañadas.