Jálid Sheij Mohámed (principal arquitecto del 11-S) confirmó que el avión se dirigía al Capitolio de los Estados Unidos.
[1][2] Según datos oficiales, iban a bordo cuatro terroristas pertenecientes a la red terrorista Al-Qaeda, que se habían colocado en primera clase, presuntamente para estar más cerca de la cabina.
Llegó con visa con los secuestradores del vuelo 175 de United Airlines Hamza al-Ghamdi y Mohand al-Shehri.
Dado que los formularios de Qahtani no fueron debidamente completados, se mudó a una entrevista secundaria, dirigida por Meléndez-Pérez.
Tras enterarse de que otros aviones habían sido estrellados contra las Torres Gemelas del World Trade Center y el Pentágono, enseguida supieron que aquello no era un secuestro normal, sino una misión suicida.
Tom Burnett, junto con Todd Beamer, Mark Bingham y Jeremy Glick, formaron un plan para recuperar el avión de los secuestradores.
Mientras el avión pierde altura a gran velocidad y da bruscos bandazos, los suicidas temen que consigan derribar la puerta.
Los cuatro rezan, se tranquilizan mutuamente y discuten en árabe sobre las medidas que deben tomarse contra los pasajeros, llegando incluso a formular la hipótesis del uso del hacha de fuego o de eliminar el oxígeno para sofocar la revuelta.
Al final, los secuestradores toman la trágica decisión de estrellar el avión.
Intentaron controlar a los secuestradores e irrumpir en la cabina, al parecer sin éxito.
Los investigadores encontraron restos muy livianos, incluyendo papel y nailon esparcidos en un radio de ocho millas.
[7] La transcripción del CVR fue hecha pública con motivo del juicio a Zacarias Moussaoui; el juez, sin embargo, prohibió la divulgación de la grabación misma para evitar que se repitiera una y otra vez en los medios, algo a lo que los familiares habían objetado.
[10] Miembros de la fuerza aérea estadounidense (USAF) dijeron más tarde a la comisión del 11-S que si el avión no se hubiera estrellado antes de llegar a Washington, probablemente lo habrían alcanzado y derribado.
UU, que iría en conjunto con los ataques al poder económico (WTC) y el militar (Pentágono).
Pilotos: Asistentes de vuelo: Christian Adams, Todd Beamer, Alan Beaven, Mark Bingham, Deora Bodley, Marion Britton, Tom Burnett, William Cashman, Georgine Corrigan, Patricia Cushing, Joseph Deluca, Patrick Driscoll, Edward Felt, Jane Folger, Colleen Fraser, Andrew Garcia, Jeremy Glick, Lauren Grandcolas, Donald Greene, Linda Gronlund, Richard Guadagno, Toshiya Kuge, Hilda Marcin, Waleska Martinez, Nicole Miller, Louis Nacke, Donald Peterson, Jean Peterson, Mark Rothenberg, Christine Snyder, John Talignani, Honor Elizabeth Wainio y Kristin White.
El FBI entregó una lista con los nombres de origen árabe que figuraban entre los pasajeros y que no pudieron ser identificados: Ahmed al-Haznawi, Ahmed al-Nami, Ziad Jarrah y Saeed al-Ghamdi.