En cuanto al nombre original de esta ciudad prehispánica todavía se desconoce.
Este sistema fue usado posteriormente en otras zonas ceremoniales del centro de Mesoamérica.
[1] La parte monumental, ocupa una extensión de 14 hectáreas en las que se localizan 53 estructuras rectangulares,[1] distribuidas en torno a un eje norte-sur.
[1] Las estructuras más importantes de la zona se encuentran en la parte superior del sitio en torno a patios hundidos y plazas.
[1] En cambio, el área habitacional ocupa las partes bajas hacia el norte, donde la ubicación de las construcciones fue delimitada por el relieve.
Junto a este, se localiza un espacio cuadrangular delimitado por muros verticales, en cuyo interior se encendía el fuego necesario para producir el vapor arrojando agua sobre el interior del muro sureste del cuarto.
Entre las seis estructuras rectangulares que delimitan el patio destacan la 10 y la 13, tanto por sus dimensiones y ubicación, como por la existencia de un eje de escalinatas que, desde la plaza principal permite el acceso a todo el conjunto arquitectónico.
[1] En las inmediaciones de la zona arqueológica se han encontrado más de cien rocas con diseños labrados[1] que se han localizado tanto en el sitio arqueológico como en los ejidos próximos como el propio Malpasito, Villa Guadalupe, Chimalapa y Francisco J. Mújica, en donde los antiguos pobladores grabaron en la roca, imágenes de personajes y de animales, entre los que destacan aves, venados y monos, así como diseños geométricos, que simbólicamente recuerdan los antiguos ritos mayas sobre la fertilidad y la cacería.
En la zona, se pueden realizar actividades como el rapel, cañonismo y ciclismo de montaña, entre otras.
Este sitio arqueológico es parte del programa ecoturístico Agua Selva, en donde es posible pernoctar en cabañas, albergues o campamentos.
Del poblado se continua 1,2 km hacia el sudoeste por otra terracería que va en ascenso por la cima de una loma hasta la zona arqueológica.