Zygmunt Bauman

Sin embargo, la naturaleza y amplitud de su colaboración permaneció oculta, así como las circunstancias exactas bajo las cuales terminaron.Admitió que fue un error unirse al servicio de inteligencia militar a los 19 años —edad con la que ingresó también en el Partido Obrero Unificado Polaco—, donde tuvo un «aburrido» trabajo escribiendo panfletos políticos para los soldados por tres años, sin recordar haber hecho seguimiento a persona alguna.En marzo de ese año, empezó la purga que expulsó fuera del país a muchos comunistas polacos de ascendencia judía, incluyendo aquellos intelectuales que habían caído en desgracia ante el gobierno comunista.Desde ese momento, publicó sus obras casi exclusivamente en inglés, su tercera lengua y su reputación creció de forma exponencial.Más bien, razonó, debe considerarse que el Holocausto está profundamente conectado con la modernidad y sus esfuerzos de ordenamiento.La racionalidad procesal, la división del trabajo en tareas cada vez menores, la categorización taxonómica de diferentes especies, y la tendencia a ver la obediencia a las reglas como moralmente buena, todas ellas desempeñaron un papel en que Holocausto tuviera lugar.Bauman señaló que las sociedades modernas por esta razón no han captado por completo las lecciones del Holocausto.La Solución Final fue pintada por él como un ejemplo extremo del intento, hecho por la sociedad, de extirpar los incómodos e indeterminados elementos que existen en ella.Desde entonces, Bauman editó una línea invariable de libros adicionales, donde había estado explorando su nueva perspectiva.Bauman, expone 5 ítems en los que desarrolla el concepto de modernidad líquida: emancipación, individualidad, espacio-tiempo, trabajo y comunidad.Ser moderno significó estar eternamente un paso delante de uno mismo; es decir, debíamos transformarnos en lo que cada uno es.Aunque a Bauman se le considera un pensador «posmoderno», no le cabe el término «posmodernista», ya que utiliza los conceptos «modernidad sólida» y «modernidad líquida» para caracterizar lo que considera dos caras de la misma moneda.Bauman causó cierta controversia dentro de la sociología con su aseveración de que el comportamiento humano no puede explicarse primariamente por la determinación social o discusión racional, sino más bien descansa en algún impulso innato, presocial en los individuos.[13]​ Para Bauman, «la cruzada por la ética del trabajo era la batalla por imponer el control y la subordinación.[14]​ En la nueva estética del consumo, las clases que concentran las riquezas pasan a ser objetos de adoración y los «nuevos pobres» son aquellos incapaces de acceder al consumo y a la novedad del sistema capitalista.La identidad se configura como una responsabilidad reflexiva que busca la autonomía del resto y la constante autorrealización y que, además, está abocada a la constante inconclusión debido a la falta de un telos en la modernidad tardía.[11]​ Entiende que la felicidad se ha transformado de aspiración ilustrada para el conjunto del género humano en deseo individual.Bauman, al plantear la modernidad líquida, se refiere al proceso por el cual el individuo tiene que pasar para poder integrarse a una sociedad cada vez más global, pero sin identidad fija, y sí maleable, voluble.Este concepto de enjambre ha sido extrapolado por algunos autores, a la audiencia social que forma Twitter.Los distintos usuarios se comportan como un enjambre social y no como la definición de grupo, uniéndose para acontecimientos muy variados, sin una identidad importante y actúan en el escenario de ese concepto «líquido» que define Bauman.[20]​ Por otro lado, a pesar de la utilidad que han tenido algunas redes sociales en distintos movimientos políticos como en la Primavera Árabe o los indignados, las redes sociales permiten identificar a los disidentes fácilmente por parte del poder.