Wim Crusio

Junto con su mentor Hans van Abeelen, Crusio hipotetizó que, por un lado, eso sería ventajoso (ya que permiten a los animales encontrar recursos, tales como agua, alimentos, etc.), pero por otro lado desventajoso (porque moverse en territorio desconocido se presentarán animales vulnerables a la depredación).[26]​ Cuando una rata es expuesta a impredecible estrés crónico medio (UCMS), exhibe síntomas reminiscentes de desórdenes depresivos mayores en humanos.[27]​ Como se ha sugerido que los déficits en la neurogénesis adulta en el hipocampo, podrían subyacer a la depresión.[31]​ Sin embargo, los resultados fueron cepa- y sexo-específicas; y, no parecía haber una correlación clara entre los diferentes cambios, por lo que finalmente llegaron a la conclusión de que aunque sus datos no refutan la idea de que los déficits en la neurogénesis del hipocampo exclusivamente subyacen a las alteraciones del comportamiento observados en los trastornos psiquiátricos humanos, tales como la depresión, no proporcionan apoyo a esa hipótesis.[31]​ Más recientemente, Crusio investigó la posibilidad que el ratón knockout Fmr1 podría quizás usarse como modelo para autismo.[32]​ Una revisión de los resultados obtenidos, con esos ratones, en muchos laboratorios diferentes, efectivamente, indican que estos animales muestran síntomas similares al autismo ,[33]​ especialmente cambios en comportamiento social, un síntoma clave del autismo.Editó temas especiales para las revistas Behavior Genetics,[41]​ Behavioural Brain Research,[42]​ Physiology and Behavior (con Robert Gerlai),[43]​ Hippocampus (con Aryeh Routtenberg),[44]​ y Brain Research Bulletin (con Catherine Belzung y Robert Gerlai).[49]​ En 2011 recibió de esa sociedad el "Distinguished Service Award",[50]​ which is given for exceptional contributions to the field of behavioral neurogenetics.