[4] La operación "Puerto Montt" [nota 1] tuvo un protocolo de actuación que se repitió.
Los envolvieron con sacos paperos, les amarraron con alambre un trozo de riel al cuerpo, volvieron a ponerlos en sacos –que ataron con más alambre– y los transportaron en camionetas hasta el lugar donde esperaba el helicóptero.
Prisioneros en Pisagua o el Campeón mundial de Caza Submarina, Raúl Choque, quien relató haber visto osamentas humanas atadas a rieles en el fondo del mar frente a Pisagua.
[5] El helicóptero volaba desde el Aeropuerto Eulogio Sánchez, donde estaba la base del Comando aéreo al norte de Santiago, al Fuerte Justo Arteaga, en donde esperaban generalmente 3 camionetas Chevrolet C-10 con un toldo en su compartimento de carga.
[5] Fuente: Jorge Escalante (La Nación Domingo)[6][7] Fueron al menos cuarenta viajes.
Estas fueron muertas en Villa Grimaldi y trasladadas a Peldehue, Colina.
[3] En ese lugar, los cadáveres fueron atados en su dorso con alambres a un trozo de riel e introducidos en sacos.
Por orden del capitán Germán Barriga, seccionó uno de los alambres de sujeción al trozo de riel y la ahorcó con él hasta matarla, volviendo a amarrar el saco y subió el cadáver a bordo, donde se encontraban los otros siete ejecutados.
El apuro para completar la operación dejando incompletas las ataduras al riel, permitió que el cadáver de Marta se desprendiera del hierro y flotara hacia la playa cercana.
Posteriormente un pescador encontró el cadáver semidesnudo, amarrado con alambre su cuello a un saco, en la playa La Ballena, en Los Molles.
Asesinada hermosa joven de 23 años, presumiblemente estrangulada y abandonada en la playa».
[9] La noticia era notoriamente tergiversada, pues Marta tenía 43 años y su cuerpo, tan martirizado, no aparecía de ninguna manera bello.
[9] Tiempo después, esta periodista justificaría este craso error, diciendo que pensó que era más joven por la extrema delgadez de la occisa, quizás consecuencia de su martirio mientras estuvo presa.