Virgen del Espino

En Soria (España) el origen del culto se remonta al siglo XIII.

Mediado el siglo XVII Fray Gregorio Argaiz escribía: “Es imagen milagrosa y, según papeles del Archivo, su primer asiento fue en Covaleda, lugar de los Pelendones, donde nace el río Duero, y cuando se perdió España, los cristianos la escondieron entre unas peñas, porque los moros no la topasen.

La llevaron a Soria, que está seis leguas, llamándola Nuestra Señora de Covaleda”.

En Santa Gadea del Cid, Miranda de Ebro (España), en el año 1399 tuvo lugar la aparición de la Virgen sobre un corpulento espino, acompañada de un mensaje, cuyo texto original está recogido en documento oficial: “que por todas partes supiessen cómo ella era la Virgen María en persona glorificada, la qual era aquella que él avía visto sobre el Espino.

Es conocida bajo la advocación del Espino, o del Pincho, por el espino junto al cual se apareció primeramente y de los Dolores, por las negras vestiduras que llevaba la misteriosa aparecida.