El descubrimiento de América, permitió que cifra importante de pedroseños, se incorporasen a su conquista y poblamiento, destacando, D. Jerónimo López Hernández, que por su valiosa participación en la conquista y poblamiento de México, Carlos I le concedió, para él y sus descendientes escudo de armas; invitado por el Emperador, permaneció dos años en su corte, volviendo a México por orden expresa del monarca, donde fue escribano del Cabildo y regidor perpetuo de México capital.
[5] Desglose de población según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional del INE.
[8] Este edificio ofrece notables valores históricos, artísticos y urbanísticos.
A mediados del siglo XVI se introdujeron modificaciones en el edificio, y en la segunda mitad del XVIII se llevaron a cabo nuevas ampliaciones.
Cabe, además, subrayar que la Iglesia contiene bienes muebles realizados por artistas tan destacados como Pedro Millán, Pedro de Villegas Marmolejo, Jerónimo Hernández o Juan Martínez Montañés.
Edificio de una sola nave con cuatro tramos y arcos transversales de gran luz similares a otras construcciones serranas, que descargan en macizos contrafuertes exteriores y cubierta por una estructura de madera a doble vertiente con ladrillos por tablas.
Esta nave, por sus características arquitectónicas se puede considerar una construcción mudéjar, probablemente del siglo XV.
No menos interesante es el Crucero que se encuentra frente a la fachada principal.
Se trata de una obra fechable en la primera mitad del siglo XVI, más concretamente hacia 1540, durante el Primer Renacimiento.
La obra está realizada en piedra sobre una grada de cinco escalones, sobre la que se eleva un pedestal y un astil formado por un balaustre estriado con un chapitel de grutescos que lleva como remate una cruz.
Podemos destacar también el retablo mayor, obra que consta de banco, un cuerpo con tres calles entre columnas salomónicas y ático.