La Villa Coyoacán es una población fundada alrededor del siglo VII d. C. por indígenas nahuas colhuas.
[1] Es en 1410 que el tlatoani de Azcapotzalco Tezozómoc eleva el rango de la ciudad a señorío y le da como gobernante a su hijo Maxtla.
[1] De esta manera los españoles liderados por Hernán Cortés encuentran a los coyoacanenses receptivos a la idea de unirse a los españoles para liberarse del yugo mexica, lo cual ocurre en 1521 cuando Hernán Cortés logra hacerse no solo con su alianza, si no que estos le juran vasallaje eterno al rey español y a él como su enviado.
[13][1] Durante su gobierno Juan de Guzmán Ixtolinque funda junto a Cortés el templo de La Conchita junto al cual edifica su casa principal, casa donde reside habitualmente Hernán Cortés durante sus muchas estancias en Coyoacán.
[14][1] Luego de la muerte de Hernán Cortés, la ya denominada Villa de Coyoacán registró una gran prosperidad, la cual siguió en parte gobernada por su familia, gobierno que durante la colonia le fue abiertamente disputado por otros descendientes de nobles indígenas y españoles, por ejemplo el pleito entre Petronila y Teresa Guzmán contra Juan Hidalgo Cortés Moctezuma y Guzmán, quien debió reintegrar a las mujeres la gubernatura de la república indiana, su descendencia gobernó Coyoacán hasta mediados de 1780 cuando no se encuentran más descendientes y al parecer ya había sido revocada la gubernatura a su familia por las Reformas Borbónicas.
Ese auge también se vio reflejado en cierta fama de los coyoacanenses como albañiles y constructores en general, la cual como se dijo antes les hizo intervenir en varios proyectos de gran envergadura.
Durante las luchas armadas Coyoacán se vuelve, como otros puntos del sur y poniente del valle de México, campo de batalla, por lo que se deja de cultivar la tierra y se dan varias hambrunas que llevan emigrantes a Coyoacán y otras ciudades lo cual se agrava por las constantes levas que llevan a cabo tanto carrancistas como zapatistas.
En los setenta se da la explosiva invasión de terrenos en los pedregales que causa efectos por el exceso de necesidades básicas a cubrir por parte del gobierno delegacional, esa expansión es en parte ordenada sobre todo cuando los llamados dirigentes sociales mayoritariamente afiliados al Partido Revolucionario Institucional logran acuerdos para que sean dotados de esa infraestructura a cambio de votos para los políticos de ese partido.