La expresión «vida indigna de la vida» (en alemán: Lebensunwertes Leben) fue un término utilizados por los nazis para identificar a segmentos de la población que, según el régimen nazi, no tenían derecho a vivir.
Este concepto formó un componente importante de la ideología del nazismo y en algún momento ayudó a conducir al Holocausto.
[1] Es similar pero más restrictivo que el concepto de «Untermensch», subhumanos, ya que no todos los «subhumanos» eran considerados indignos de la vida (los eslavos, por ejemplo, se consideraban útiles para el trabajo esclavo).
[5] Según Hoche, algunas personas vivas que tenían daño cerebral, discapacidades intelectuales, autistas (aunque no reconocidas como tales en ese momento) y enfermedades psiquiátricas estaban «mentalmente muertas», eran un «lastre humano» y «caparazones vacíos de seres humanos».
También justificó varios programas de experimentación humana y eugenesia, así como las políticas raciales nazis.