[1] La forma fue elegida por analogía con las señales de tráfico alemanas indicando peligros para los conductores.
Así, diferentes colores denotaban diferentes delitos o razones: Estos triángulos se superponían a un triángulo amarillo ▲ para denotar a los prisioneros que además de otros delitos eran judíos.
Además del código de colores, algunos grupos tenían que poner una letra en el centro del triángulo para denotar el país de origen: Otras marcas eran: Había muchas combinaciones posibles.
Un prisionero tenía habitualmente por lo menos dos marcas, que podían llegar a más de seis.
Los diferentes grupos tenían una consideración muy distinta entre los vigilantes y prisioneros.