Desde entonces estuvo en guerra con Ramiro III, ejerciendo el dominio efectivo sobre Galicia y Portugal.
Los orígenes familiares del rey Bermudo han sido objeto de diversas investigaciones que han llegado a distintas conclusiones, especialmente sobre la identidad de su madre.
[3] Auus puede significar abuelo o antepasado, pero, teniendo en cuenta que en tiempos de Ramiro I aquellas tierras aún no habían sido repobladas, el rey al que se alude en la donación no puede ser otro que Ramiro II, padre de Ordoño III y, por tanto, abuelo de Bermudo II.
Elvira también era hija de Ramiro II y su segunda esposa Urraca Sánchez, ambas hermanas de Ordoño III y tías paternas del Bermudo II.
El profesor Emilio Sáez Sánchez, sin embargo, consideró el diploma una falsificación (lo cual desmiente Pérez de Urbel) y opina que Bermudo fue hijo de la reina Urraca Fernández, opinión compartida por Gonzalo Martínez Diez.
[2] El desafecto que los nobles gallegos y portugueses tenían hacia Sancho I no menguó con la llegada al trono de su hijo Ramiro III.
[2] En 981 un grupo de nobles, acaudillados por el conde Gonzalo Menéndez, se rebeló contra Ramiro III y proclamó nuevo soberano a Bermudo.
Si la nobleza gallega sostenía al pretendiente Bermudo, la castellana respaldó a Ramiro; cada una deseaba colocar en el trono leonés un soberano que le fuese favorable.
El resultado fue incierto,[2] Bermudo permaneció en Galicia y Ramiro III volvió a León, centrándose en defender sus tierras de los ataques musulmanes.
[8][a] La guerra entre ambos pretendientes no terminaría hasta que la muerte de Ramiro III en 985 dejó a Bermudo II como único soberano de todo el reino de León, si bien para entonces Bermudo ya había obtenido el auxilio militar cordobés, que le permitió someter a los últimos rebeldes a su autoridad, los condes de Monzón y Saldaña.
[9] La respuesta del monarca fue, en algunos casos, la negociación con los rebeldes reconociendo su poder local; en otros, la contraofensiva militar o la confiscación de propiedades.