Durante la Guerra civil española tuvo un papel destacado en la organización y dirección de las milicias de izquierda, y posteriormente pasó a mandar distintas unidades del Ejército republicano, pero siempre en relación con la 66.ª Brigada Mixta.
Con la llegada en 1931 de la Segunda República española, las fuerzas armadas se posicionan favorables al acontecimiento debido a la unidad de decisión que muestran las derechas como las izquierdas, todo el ejército jura la bandera y la nueva constitución, incluyendo las fuerzas en reserva.
Aceptados sin remedio por comunistas como Juan Modesto o el propio Enrique Líster, debido a sus orígenes, falsamente considerado de clase honrada, y su juventud, le toca sufrir el estar bajo sus órdenes, sin tener estos su preparación adecuada para estar al mando, ya que estos partían de una concepción netamente antimilitarista.[10].
Allí su experiencia técnica y capacidad organizativa fueron determinantes para su ascenso por méritos de guerra.
Posteriormente se cuestionó al jefe Enrique Líster (así como el de otro líder militar de la República, Juan Modesto) por buscar para si las posiciones más favorables en los frentes mientras se ponía en serias dificultades a otras unidades, como está y en especial las brigadas internacionales llegadas al frente sin ninguna experiencia, dando tiempo a las tropas sublevadas de reforzar sus defensas y rechazar exitosamente los ataques republicanos, como sucedió más tarde.
Por los excepcionales servicios prestados en la Defensa de Madrid, el teniente Monge fue ascendido a capitán y regresa del frente con otros mandos militares a la retaguardia en Loeches en donde son relevados y se reorganizan algunas de las unidades quebrantadas.
Una vez allí y mientras está reorganizándose la 66.ª brigada mixta se desarrolla el ataque fascista sobre el Valle del jarama, Morata de Tajuña y Arganda, pronto es nuevamente movilizada la unidad quedando de reserva a las órdenes supremas del general Miaja y de Vicente Rojo que se encargan del desarrollo de las operaciones.
El 5.º Cuerpo del Ejército Popular forma parte de la defensa, pero sin poder impedir la ruptura del frente los primeros días, esta unidad militar termina cubriendo la retirada del grueso de las fuerzas y la población civil de los campos hacia retaguardia.
No pudo acudir a la boda de su hermana unos meses después, a la que estaba invitado como padrino, junto a su cuñado Santiago Cerezo Martínez, por entonces aún cabo de la Guardia Nacional Republicana y que al poco tiempo alcanzaba el grado de oficial.