Además, su morfología y ubicación son propicias para la formación de un microclima que da lugar a la temperatura más baja que se ha podido medir en España hasta la fecha (-35,8 °C).
Por otra parte, tiene un origen claramente litológico, pues la depresión se fue ahondando con los procesos de karstificación que sufre la roca caliza.
Por último, otro factor que determina su morfología es el glaciarismo, pues se estima que la vega llegó a estar cubierta por una capa de hasta 300 m de hielo glaciar.
[4] Las duras condiciones de extracción, debidas a la climatología del lugar y a su complicado acceso, provocaron diversos accidentes y un deterioro constante de los caminos.
En la vega de Liordes también se pueden encontrar tres especies de anfibios: tritón alpino (Mesotriton alpestris), sapo partero común (Alytes obstetricans) y rana bermeja (Rana temporaria).
Es lo que se conocen como piscinas de aire frío (Cold Air Pools, o CAPs), y son las responsables de que la vega alcance temperaturas extraordinariamente bajas en noches puntuales a lo largo del invierno.
Por este motivo, el acceso a la vega de Liordes durante el invierno es especialmente complicado.