El Buick LaCrosse de segunda generación está basado fuertemente en el Insignia.
En situaciones extremas, FlexRide interviene automáticamente ajustando todas las variables para proporcionar máximo control y seguridad.
La Tracción Adaptativa Dinámica 4x4 no sólo distribuye el par motor entre ambos ejes, sino también entre ambas ruedas traseras mediante un diferencial autoblocante con control electrónico.
Además, permite un deslizamiento limitado del eje trasero, lo que otorga al coche un mayor carácter deportivo.
Si la presión desciende 0,3 bares del nivel recomendado, la pantalla lo advierte indicando cuál es la rueda afectada.
El Insignia también incluye reposacabezas activos, que al detectar que el torso del ocupante se desplaza súbitamente hacia adelante debido a un impacto trasero, el reposacabezas también se desplaza hacia delante y hacia arriba para minimizar el riesgo de lesiones cervicales y en la cabeza.
Esta versión se llamará "Insignia Sports Tourer", contra "Vectra Caravan" de su predecesor.
A lo largo del año 2009 se añadieron más motorizaciones: una versión turboalimentada del gasolina de 1.6 litros que desarrolla 180 CV y un motor gasolina V6 turbo de 2.8 litros y 325 CV para la versión deportiva "Insignia OPC".
además de la incorporación del sistema Start&Stop el cual detiene el motor en paradas como semáforos: en su variante 4x2 la potencia se mantiene en 220 CV.
Además a lo largo de 2012 se puso a disposición la variante más potente del mismo motor, ofreciendo 195cv en la variante CDTI BiTurbo también con Start & Stop (la tracción integral es opcional).
La gama en España se compone de un motor diésel 2.0 que se puede elegir con cambio manual o automático y tres opciones gasolina 2.0 de 170, 200 o 230 (GSI) caballos, todas con cambio automático.