Vasile Ursu Nicola

Fue delegado de varias aldeas del Țara Moților ante el emperador austríaco José II para presentar sus quejas.

En su juventud adquirió el sobrenombre Horea, porque tocaba un instrumento similar a una flauta así denominado.

Las palabras "trabajado por Ursu H" están talladas en la viga de la nave en letras cirílicas.

Además, pagaban altos impuestos a sus nobles feudales, en su mayoría católicos húngaros, así como al emperador.

Probablemente porque sabía leer y escribir, Horea se convirtió en el portavoz de los campesinos rumanos, viajando a Viena en cuatro ocasiones entre 1779 y 1784 para presentar sus quejas en audiencias personales con el emperador José II.

En cualquier caso, durante el período en que Horea los representó, la situación de los campesinos rumanos empeoró: se les aumentó la jornada laboral y se les quitó el derecho a explotar los bosques.

El número de campesinos involucrados en la revuelta finalmente se contó por miles.

Mientras perseguían objetivos húngaros, dejaron en paz a los soldados austriacos y se abstuvieron de saquear las propiedades imperiales.

Crișan, que no confiaba en los Habsburgo, continuó luchando y derrotó a un gran ejército en Lupșa el 27 de noviembre.

Inicialmene, decenas de rebeldes fueron condenados a muerte, pero José II les concedió amnistías y ordenó que solo los tres líderes fueran ejecutados.

Al día siguiente, Horea y Cloșca fueron quebrados en la rueda en Dealul Furcilor ("Colina de las Horcas"), Alba Iulia.

Luego, sus cuerpos fueron descuatizados y repartidos por varios pueblos para que sirvieran como advertencia a los futuros rebeldes.

Se las arregló varias veces para escapar y regresar a Transilvania, pero fue siempre atrapado.

[11]​ La casa de Horea se conservó hasta 1898, cuando Ion Brătianu la compró y la trasladó a su finca Florica.

Busto de Horea en su localidad natal .
Roble de Horea en Țebea , donde supuestamente estalló la rebelión.
Pintura de Horea, de una iglesia en la comuna de Horea, Alba.