Tanto la fiabilidad como la validez son dos propiedades psicométricas que deben cumplir las interpretaciones e inferencias que se hagan de los resultados obtenidos por los tests psicológicos.
La validez, pues, no debe ser una característica propia del test, sino de las generalizaciones y usos específicos de las medidas que el test proporciona.
[3] El término Validez ha estado en constante desarrollo y cambio desde los inicios del siglo XX.
Actualmente se acepta en general a lo establecido en los "Standards for Educational and Psychological Testing" (en su cuarta edición del 2014) publicados por la AERA (American Educational Research Asociation), la APA (American Psychological Association) y el NCME (National Coucil for Measurement in Education).
Una prueba posee una validez aparente adecuada cuando produce en los sujetos a los que se aplica la impresión de que efectivamente es una prueba adecuada.
Para ello es necesario que se haya obtenido una evidencia empírica de que los resultados obtenidos en la prueba correlacionen efectivamente con el rendimiento futuro en el puesto de trabajo.
Así pues, la operacionalización del concepto se realiza a partir del denominado coeficiente de validez, que es la correlación entre el test y el criterio.
Existen distintos diseños experimentales que permiten determinar esta correlación.
Estos conceptos precisan del acuerdo o consenso sobre sus significados para poder ser catalogados como útiles y válidos desde un punto de vista científico.
[5] Los procedimientos metodológicos más utilizados para la obtención de datos referentes a la validez de constructos psicológicos han sido el análisis factorial y la matriz multirrasgo-multimétodo.
Es decir, formarán un grupo aquellas variables que, siendo independientes entre sí, muestren un índice de correlación elevado.
Así, podremos hablar de validez factorial de un constructo en aquellos casos en los que todas las medidas que se hayan diseñado para evaluarlo arrojen resultados similares al ser sometidas a un análisis factorial.
[10] Este tipo de validez se determina a partir de los resultados arrojados por la matriz multirrasgo-multimétodo (diseño MRMM, sistematizado por Campbell y Fiske en 1959).