Representó el primer evento deportivo internacional relevante que se realizaba en Colombia,[2][3] y el primero de esa envergadura en la ciudad, siendo exitosa su candidatura, ya que en su primera postulación logró ser designada sede de la competencia.
El comité contó con el respaldo del entonces ministro de educación, Daniel Arango Jaramillo y desde el congreso el joven parlamentario Carlos Holguín Sardi, político conservador local, empezó a impulsar el evento.
[8] Sin embargo, Herrera falleció en 1966, y la dirigencia deportiva colombiana, apoyada por el influyente periodista Alfonso Bonilla Aragón, continuó con las negociaciones respectivas, defendiendo la candidatura de Cali y buscando el apoyo de sedes pasadas como México, ciudad que aportó su experiencia que la ciudad preparara su candidatura.
[8] Cali era en ese momento una de las ciudades deportivas más importantes de Colombiaː Registraba varias condecoraciones y premios por su apuesta al deporte como las siguientesː El país no estaba involucrado en conflictos con sus vecinos,[8] más sin embargo, internamente, estaba sacudido por un conflicto armado que enfrentaba a liberales con conservadores, y a las guerrillas comunistas con las fuerzas del estado.
[7] Holguín intentó sofocar las manifestaciones a las que luego se unieron estudiantes[20] y centrales obreras.
[22]A pesar de ese panorama tan oscuro para la administración local, el alcalde logró hacer una tregua política con el concejo de la ciudad y logró que se adhiriera a las políticas pro-panamericanos, y momentáneamente cooperaron con la administración local para el armonioso desarrollo del evento deportivo, bajo el lema "Cali por amor".
[23] Por su parte el presidente de la época, Misael Pastrana Borrero, estuvo presente en la inauguración del evento deportivo y dirigió unas palabras al comité y delegaciones, cortando una cinta roja en el estadio.
[22] Se presentaron algunas quejas sobre las viviendas de los deportistas, estilo "cuartel", y abarrotadas.
La superpoblación hizo que los atletas apodaran a la ciudad como "La Mansión de la Claustrofobia".