Terminados sus estudios, en 1902 fue promovido a segundo teniente y destinado al Regimiento de Infantería de Córdoba nº 10, en Granada, en el que continuó tras haber conseguido el ascenso a primer teniente, en 1905.
El 22 de marzo eran ocupados los Tumiats (Aín Zora), procediéndose posteriormente a su fortificación bajo el fuego enemigo, recibiendo durante los trabajos una herida contusa de bala en el lado izquierdo del pecho, que le hizo acreedor a una segunda Cruz Roja del Mérito Militar.
Al mes siguiente se trasladó a la posición del Rincón de Medik, en la que sufrió frecuentes tiroteos.
Su amplia labor docente será recompensada con una Cruz Blanca del Mérito Militar en 1917 y el Distintivo de Profesorado al año siguiente.
El general Villalba siempre dio a Víctor Martínez Simancas un trato y consideración filial.
Días después de su baja en la Academia se le concedió pensión a la Cruz del Mérito Militar concedida en 1917, al reconocerle la Junta Facultativa por unanimidad su “sobresaliente cultura, clara inteligencia, carácter y entusiasmo profesional”.
Al año siguiente fue designado para asistir a unas maniobras navales en Cartagena y al viaje del Curso de Estado Mayor por diversas Regiones Militares, y en 1930 se le confió el reconocimiento de la frontera galaico-portuguesa.
Los meses siguientes residió en Valencia y Barcelona, conociendo en esta última ciudad a Rosa Fontcuberta Amiguet, con la que contrajo matrimonio en segundas nupcias en junio de 1939.
En este período de su vida coincidió con su entrañable amigo, el pintor, y también granadino, Mariano Bertuchi.
Profundamente religioso, participó en múltiples actividades caritativas, por las que recibió reconocimientos de diversa índole.