[5] Constantine John Phipps fue el naturalista que describió en 1774 al oso polar como una especie distinta con el nombre científico de Ursus maritimus, del latín «oso marítimo», debido al hábitat nativo de este animal.Las orejas y la cola son muy reducidas, para mantener mejor el calor corporal, al igual que en muchos otros mamíferos árticos.Bajo el pelaje se encuentra la piel, que es negra para absorber mejor la radiación solar y aumentar así el calor corporal.La luz ordinaria se refleja sobre el pelaje, generando normalmente la falsa sensación de blancura.Durante el verano estos osos adelgazan y al poseer unos músculos muy densamente vascularizados pueden irradiar el exceso de calor.[6] Episodios similares, pero de menor importancia, se dieron también en San Diego (1979) y Chicago (2004).[cita requerida] El oso polar se desplaza caminando a una velocidad baja, a una media de unos 4,5 km/h, pero en recorridos cortos se desplaza mediante rápidos saltos, multiplica por diez esta velocidad y puede alcanzar los 46 km/h.Las focas y otros mamíferos marinos, como la beluga, son capturadas cuando abren agujeros en el hielo para respirar.Por lo general las peleas se resuelven por horripilación; es decir: cuando un ejemplar disuade o intimida a otro haciendo notar su potencial fortaleza evidenciando su corpulencia.Esto ocasiona en las madres una fuerte pérdida de peso, que deben recuperar durante el verano.Al nacer pesan unos 700 g, no tienen ningún diente, son ciegas y totalmente desvalidas.Algunos llegan a convivir con su madre hasta los dos o tres años y medio de edad.La investigación finalizará en el año 2023 y podrá hacerse un censo para saber cuántos osos polares hay en la zona.[17] Tradicionalmente, los osos polares fueron cazados por los esquimales y otros pueblos árticos, por su carne y piel, evitando ingerir el hígado, que por contener niveles extremadamente altos de retinol (forma de vitamina A encontrada en miembros del reino animal) resulta peligroso consumirlo para el ser humano.La UICN considera que el número de osos polares se ha reducido en al menos un 30% en los últimos 45 años.[1] Hasta hace algunos años, los osos polares se cazaban desde embarcaciones de motor, avionetas e incluso helicópteros.
Los osos polares utilizan las
placas de hielo
como una plataforma para cazar focas. Los miembros largos y las
garras
gruesas, cortas y puntiagudas están adaptadas para este fin.
Oso polar en una costa sin hielo
Detalle de la cabeza de un ejemplar de
Ursus maritimus
bañándose