El tío de Ondina, Kühleborn, le advierte contra su amor humano: si alguna vez Huldbrand le hiciese daño, debe regresar al mar para siempre y él debe morir.
Su vida juntos sería feliz, pero Bertalda, antigua novia de Huldbrand y amiga de Ondina, se entromete para estropear el idilio: Huldbrand vuelve con su antiguo amor y llega a tratar mal a Ondina.
Esto marca el destino de ambos: los espíritus del agua exigen su venganza y debe ser Ondina quien mate a Huldbrand con un beso inmortal.
[2] En 1909 se publicó una traducción completa al inglés de William Leonard Courtney e ilustrada por Arthur Rackham.
[6][7] En la década de 1830, el poeta romántico Vasili Zhukovski tradujo la novela al verso hexámetro dactílico ruso.