Fanny Cerrito

En 1843, Cerrito y Marie Taglioni bailaron en el mismo programa en Milán; este evento causó tanta conmoción que la ciudad se dividió entre las dos grandes bailarinas rivales.

Mientras estaba en Milán, Fanny comenzó su colaboración con Jules Perrot, durante la cual coreografiaron Ondine, ou La naïade (1843), así como Alma (1842) y Lalla Rookh (1846).

Más tarde, en 1845, su talento coreográfico fue reconocido después de presentar su propio ballet, Rosida.

[1]​ En 1845, Cerrito bailó en el Pas de Quatre con Marie Taglioni, Carlotta Grisi y Lucile Grahn.

Como era la bailarina menos conocida, Grahn accedió a bailar primero, mientras que a Taglioni se le había ofrecido el privilegio de bailar en la codiciada última posición, por consentimiento unánime.