Sin embargo, un desplazamiento metonímico posterior ha hecho que también se aplique a quienes incurren en ese tipo de prácticas.Si bien la palabra "trol" y el verbo "trolear" están vinculados a Internet, los medios de comunicación la han utilizado como un adjetivo para etiquetar acciones intencionalmente provocativas y acoso fuera de un contexto en línea.[6][7] Por extensión, se empleó el sustantivo trol para designar a quienes actúan en forma de provocación.A partir de la coincidencia con la palabra que proviene del nórdico antiguo, que designa al monstruo mitológico, se ha amalgamado el significado de provocador con el del ser mitológico, especialmente en un sentido peyorativo.Estos tipos de troles sirven como una práctica para identificar información privilegiada del grupo.En chino, un trol es referido como bái mù (en chino, 白目; literalmente, ‘ojo blanco’), que puede ser simplemente explicado como «ojos sin pupilas», en el sentido que mientras la pupila del ojo es usada para la visión, la esclerótica no puede ser vista, y el troleo involucra hablar a ciegas cosas sin sentido en Internet, teniendo total indiferencia a las sensibilidades o no estar consciente de la situación a mano, similar al tener los ojos en blanco.Un término alternativo es bái làn (en chino, 白爛; literalmente, ‘moho blanco’), que describe una publicación completamente absurda y sin sentido hecha para fastidiar a otros.Otro origen verosímil es que podría ser un acortamiento de patrolling («patrullando», «vigilando»), en el sentido vulgar de searching (‘buscando’), especialmente «searching for those who do not wish to be found» («buscando a quienes no desean ser encontrados»).Esta farsa se prolongó durante dos años, y Joan llegó a convertirse en un personaje enormemente detallado con una colección de relaciones emocionales.[15] Sin embargo, no está claro si el término «trol» se usó en su sentido actual, o si fue simplemente una elección casual de un epíteto: El más probable origen del término puede hallarse en la expresión trolling for newbies (que significa ‘pescando novatos’), que, a principios de los años 1990, se hizo popular en el grupo de Usenet alt.folklore.urban.Otros extendieron el término para incluir la práctica de representar el papel de un usuario seriamente desinformado o ingenuo, incluso en grupos donde no se era un participante habitual, pero estos intentos fueron a menudo más broma que provocación.El diccionario en línea NetLingo sugirió que existe cuatro grados de troleo: recreativo, táctico, estratégico y dominante.La libre expresión tal vez conduce a la tolerancia del comportamiento del troleo, complicando los esfuerzos de los miembros para mantener un área abierta y la discusión colaborativa, especialmente en temas sensibles como raza, género y sexualidad.De esta forma, tanto los usuarios como sus mensajes son comúnmente y a veces inexactamente calificados de troles cuando ofenden al grupo: irónicamente, la gente puede estar más inclinada a usar epítetos como «trol» en las discusiones públicas en línea de lo que lo estarían en persona, ya que los foros en línea pueden parecer más impersonales.Cuanto mayor sea la reacción de la comunidad, más probable será que el usuario vuelva a comportarse como un trol, pues irá creyendo que ciertas acciones logran su objetivo de provocar el caos.Esto ha hecho que surja el protocolo a menudo repetido en la cultura de Internet: «No alimentar al trol» (Don't feed the troll).Hay fuertes evidencias de ello en la existencia de foros que afirman existir específicamente para dar apoyo a los troles, para intercambiar trucos e identificar blancos que otros troles pueden estar provocando o discutiendo fructíferamente.Empezaron en grupos de noticias, y a medida que Internet ha evolucionado, así lo han hecho los troles.El comportamiento de los troles, para caber en la definición, debe ser constante; oscilando entre lo sarcástico, lo polémico y lo digitalmente violento.Algunos troles pueden denunciar una determinada religión en un grupo de noticias religioso, aunque históricamente se ha llamado a esto flamebait (ver más arriba).A medida que los comentarios provocativos de una identidad atrae respuestas cada vez más críticas de otros miembros del foro, el trol interviene en la discusión usando una segunda identidad para apoyar a la primera.Para complicar más el asunto, muchos acusadores se equivocan al cuestionar primero si el supuesto material trol es realmente disruptivo (un componente obligatorio de dicho comportamiento) antes de declararlo como tal.Una persona rechazada por un grupo social, tanto en línea como en la vida real, puede adoptar un papel antagonista hacia él, y buscar molestar o enfadar aún más a sus miembros.Hay quienes arguyen que una falta de respuesta hacia los troles puede también inspirarles una conducta más agresiva.Por otra parte, si los cazadores de troles organizan una «guerra de llamaradas» (flamewar) contra el trol ultraderechista, el mirón conservador puede sentirse menos cómodo expresando sus opiniones, en detrimento del foro.Suele ser bastante fácil señalar la diferencia entre tales acciones: un trol malo recurre solo a débiles argumentos manidos, mientras uno bueno creará un perspicaz conjunto de argumentos que arrastre a la gente en astutos giros proporcionando un hilo de humor Non sequitur.También se ha argüido que los comentaristas radiofónicos y columnistas periodísticos a veces sondean la opinión pública comportándose como troles.Caracterizar a los administradores de sistemas o moderadores como «el trol que llegó en primer lugar» no es del todo inexacto.Muchos debates entre personas con y sin poderes administrativos o legales se parecen a una simple discusión personal acalorada.Individuos ajenos al grupo que usen la etiqueta sobre alguien pasan a ser blancos de una respuesta colectiva.
«No alimentar al trol, por favor», sugiere que no debe reaccionarse ante un trol ni usarse enfoques parecidos que redunden en discusiones interminables.
Aviso
: «En esta página está prohibido trolear»
En modo trol.
Jimbo Wales
en una sesión especial en
Wikimania 2006
, disertando en relación con la problemática que plantean los troles.