Sin embargo, resulta en una situación en la cual el grupo en definitiva se pone de acuerdo en determinada acción que cada miembro individualmente considera desaconsejable.Otros recomiendan que un individuo o grupo[4] preseleccionado tome el papel de estar en desacuerdo con cualquier sugerencia propuesta, haciendo así que sea más probable que otros individuos presenten sus propias ideas y señalen errores en las de otros y reduciendo el estigma asociado con ser el primero en tomar posturas negativas (véase abogado del diablo y regla del décimo hombre).Así, el capital social es preservado y todos los miembros tienen una posible negación de haber disentido en algún punto.Otra posibilidad es darle a cada participante en un grupo un pedazo de papel; esto se hace al azar y solo el que lo recibe puede leerlo.Una alternativa es un proceso formal de toma de decisiones por consenso, que funciona mejor en grupos donde el objetivo es cooperar más que ser competitivo, donde puede desarrollarse confianza y donde los participantes estén dispuestos a aprender.