Otros efectos secundarios más agresivos son: aumento del recuento de glóbulos blancos y coágulos sanguíneos.
Cuando se usa como crema los efectos secundarios incluyen enrojecimiento de la piel, descamación y sensibilidad al sol.
La tretinoína se utilizó por primera vez para terapia dermatológica en el año 1959, y fue seguido de numerosos estudios para valorar sus efectos.
En el año 1969 se demostró que la tretinoína tópica era efectiva en el tratamiento del acné, principalmente previniendo y removiendo comedones.
De estos estudios iniciales se estableció la tretinoína como una elemento fundamental en el tratamiento del acné.
[6] La tretinoína induce su propio metabolismo, produciendo bajas en el nivel plasmático y biodisponibilidad después de 2 a 6 semanas.