Así mismo, también presenta un gran reto tanto técnica como interpretativamente para el pianista, ya que el acompañamiento obedece a una escritura muy densa y compleja.
Tras la muerte de Schumann, su viuda realizó una edición completa de sus obras, y, dado que había interpretado las romanzas acompañando a violinistas, también incluyó una adaptación para violín en su edición, aunque omitió esta vez añadir otra para el clarinete, publicándose esta versión en 1878 por la editorial Breitkopf & Härtel.
La primera romanza tiene como indicación Nicht schnell, literalmente “no rápido”, o mejor traducido como moderato; siendo el compás de 3/4.
Dicha sección contrasta fuertemente, estando escrita en forte, y armónicamente principalmente en do mayor, aunque en ocasiones flexiona también a mi menor.
La segunda romanza, escrita en compás de compasillo, lleva la indicación Einfach, inning, que significa “sencillo, cordial”.
Comienza en la mayor con una melodía por terceras del oboe, donde el legato y el piano que se demandan requieren de una gran flexibilidad.
Toda esta tensión se rompe con una apoyatura que cadencia a fa sostenido menor, enlazando directamente con la tercera sección.
En la primera sección, que comienza en la nota mi (nota recurrente durante todo el movimiento), el oboe dialoga constantemente con el piano, encontrando por un lado momentos más melancólicos, y por otro lado momentos más lúdicos, en los que el salto descendente de octava en staccato presenta cierta dificultad técnica.
Igualmente el piano introduce una nueva frase en la que el uso de tresillos otorga un carácter más sugerente, y la armonía es coloreada mediante la introducción del si bemol.
El oboe realiza la nueva frase tras el piano, girando en torno a la nota mi, hasta que comienza la última sección.