Dichos tratados fueron inicialmente rechazados por los chinos para ser firmados, pero posteriormente fueron aprobados y ratificados por el emperador de China Tongzhi en la Convención de Pekín de 1860, tras el final de la Guerra del Opio, mientras tropas británicas y francesas ocupaban Pekín e incendiaban el Palacio de Verano.
Es importante notar que algunos términos de los tratados pueden ser confusos.
Así, "asentamiento" y "concesión", si bien parecidas, refieren cosas distintas.
Se entiendo como asentamiento la cesión de tierra a una potencia extranjera, incluyéndose los habitantes.
Dicho territorio sería gobernado por extranjeros elegidos localmente.