Tratado de Madrid (1885)

España, al igual que otros estados europeos como Austria, Francia o Rusia, no llegaron a reconocer a la efímera República de Colombia antes que la disgregación de Venezuela primero (1829) y de Ecuador después (1830) acabasen con la existencia del Estado.Ecuador, ya como nación independiente, incurrió en una considerable deuda externa por la compra de material militar que utilizar tanto en la defensa de su integridad contra las revoluciones internas que estaba viviendo, como para una posible amenaza externa.Aun así, esto le valio para aumentar sus relaciones diplomáticas con otros Estados hasta el punto que se consiguió firmar un tratado donde España reconoció su independencia en 1840, durante la segunda presidencia del venezolano Juan José Flores y el reinado en España de Isabel II, aún en regencia y agotados de los asuntos internos tras la guerra peninsular (1808-1814), la Guerra Realista (1822-1823), la Guerra de los Agraviados (1827), el intento de las Tres Gloriosas (1830-1831) y la guerra carlista (1833-1840).Sin embargo, a partir del año siguiente al de la expedición, en 1863, los problemas no dejaron de sucederse hasta el punto de elevar las quejas diplomáticas y las amenazas hasta estallar un conflicto entre España y una alianza formada por Chile, Bolivia, Perú y Ecuador.A su llegada, Flores Jijón presentó la siguiente carta a Alfonso XII de España: Hoy el Ecuador, apenas restaurado el orden constitucional, se apresura á enviarme para que manifieste á V. M. nuestro vivísimo deseo do reanudar y estrechar los gratos é indisolubles lazos que nos unen á la gran Nación á quien el mundo debe otro mundo, á esta España tan sabiamente regida por el joven Monarca cuya intrépida caridad en aciagos días le ha valido el dictado más alto que pueden discernir la religión y la patria y añadido nuevo lustre al glorioso nombre inmortalizado en la guerra y en la paz, en las Navas de Tolosa y en Las Partidas.