El Trágala es una canción[1] que los liberales españoles utilizaban para humillar a los absolutistas tras el pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan que dio comienzo al Trienio Liberal (1820-1823).
Según Juan José Carreras, de la Universidad de Zaragoza, «frente a la calculada ambigüedad de la letra del Himno de Riego —en la que en los versos originales una abstracta patria llama a sus hijos-soldados a la batalla contra un malvado "tímido esclavo"—, la canción del Trágala designa con crudeza y eficacia política al enemigo anticonstitucional: "tú que no quieres/lo que queremos" tendrás que tragar con la Constitución».
«Mal engendro», la llamará Antonio Alcalá Galiano, quien la comparará con una cencerrada dedicada a los enemigos de la Constitución por las capas populares.
Un periódico liberal de Cádiz publicó en julio de 1820 la carta de un ciudadano que decía: «Cádiz está loco, y yo no sé como estoy; pues todos nos abrazamos, cantamos y alegramos, sin ver a los serviles por ninguna parte, aunque oyen el trágala, trágala, trágala, que todos vamos diciendo por la calle».
El Trágala, con diferentes letras, se siguió cantando en España como símbolo izquierdista contra la derecha y anticlerical contra la Iglesia católica y republicano contra la monarquía en distintas coyunturas históricas, notablemente durante la Segunda República y la guerra civil española.