Moderados

[2]​ «Ninguna de estas tendencias llegará a constituirse como un partido político moderno, aunque los prepara», ha señalado Alberto Gil Novales.

[8]​ En lo que se diferenciaban era en la «estrategia» a seguir para alcanzar ese objetivo común.

[9]​ Así lo reconoció el moderado José Canga Argüelles en sus memorias: «la diferencia entre los que se llamaban exaltados y moderados en las cortes no estaba en los principios constitutivos del orden establecido, sino en la elección de los medios para sostenerle».

[1]​ Sin embargo, también se diferenciaban en cuanto a la propia Constitución de 1812 que los moderados querían reformar en un sentido conservador y que los exaltados defendían mantenerla tal como había sido aprobada por las Cortes de Cádiz.

[22]​ Los moderados buscaron el apoyo del rey Fernando VII pero no lo obtuvieron porque este era incapaz de diferenciar unas Cortes liberales con una o con dos cámaras —parece que le dijo a un secretario del Despacho: «¡No podéis con una cámara y queréis dos!»— y porque su alternativa era volver a la monarquía absoluta.

[24]​ La ruptura definitiva se produjo en octubre con motivo del debate en las Cortes sobre la propuesta de prohibir las sociedades patrióticas porque los moderados las comenzaron a ver «más como un peligro para el orden público que como un aliado en la defensa del orden constitucional», que era como las veían los exaltados,[25]​ y también como «una especie de contrapoder ilegítimo que los exaltados utilizaban para contrarrestar su escasa representación en el parlamento» —incompatibles, por tanto, con los cauces constitucionales de representación—.

[26]​[27]​ Además temían que se transformaran en los radicales clubs jacobinos de la Revolución Francesa.

[28]​ Como ha destacado Juan Francisco Fuentes, esta visión contrapuesta sobre las sociedades patrióticas respondía a la «diferente concepción que moderados y exaltados tenían de la base social sobre la que debía descansar el liberalismo español.

[37]​ La división entre moderados y exaltados también llegó al seno de la masonería —la única sociedad secreta existente en España—[38]​ a la que estaban afiliados muchos políticos liberales «para poder trabajar con mayor seguridad a favor de la causa constitucional, desde la eficaz trama clandestina que constituían las logias».

El rey Fernando VII jura ante las Cortes la Constitución de 1812 el 9 de julio de 1820. Previamente había nombrado un Gobierno integrado por liberales moderados.
José Canga Argüelles , uno de los líderes de los moderados. Fue Secretario del Despacho de Hacienda en el primer gobierno liberal dominado por esta tendencia.
Agustín Argüelles , uno de los líderes de los moderados. Fue Secretario del Despacho de Gobernación de la Península e islas adyacentes en el primer gobierno del Trienio.
Francisco Martínez de la Rosa , líder del sector más conservador de los moderados, conocidos como los « anilleros ».