Ramón de Salas y Cortés

Con sus trabajos contribuyó decisivamente a difundir la obra de Antonio Genovesi.

[1]​ Impulsó la Ilustración en los claustros helmánticos, junto a otros personajes notables como Miguel Martel, Toribio Núñez Sessé, Diego Muñoz Torrero, Juan Justo García, José Luis Munárriz, o los poetas y políticos Juan Meléndez Valdés, Juan Nicasio Gallego y Manuel José Quintana.

En enero de 1792 fue denunciado a la Inquisición española por conducta viciosa y libertina y por leer libros prohibidos, acusación a la que se añadió después proferir "muchas proposiciones mal sonantes, satíricas e injuriosas" y mantener doctrinas contrarias al dogma católico, llegándose incluso a afirmar que había aplaudido la ejecución de Luis XVI en la guillotina (llevada a cabo en enero de 1793).

Los propios jueces del tribunal de Madrid reconocieron que Salas había sido denunciado falsamente, pero Salas vio quebrantada su salud y truncada su carrera profesional y su honor.

[3]​ Como han señalado Emilio La Parra y María Ángeles Casado, "el «caso Salas» dejó patente que al margen de la sentencia final, y aun en el caso de que esta fuera muy benévola, a finales del siglo XVIII era enorme el sufrimiento físico y moral de quien tuviera la desgracia de caer en las redes inquisitoriales, y graves sus consecuencias".