Juan de Padilla

Según narra el cronista fray Prudencio de Sandoval, dicha multitud trasladó a Padilla a una capilla del claustro de la Iglesia Mayor, «que llaman del obispo Don Pedro Tenorio», y le hizo prometer que no saldría de allí sin su permiso.

[5]​ En las semanas siguientes a la partida del monarca hacia el Sacro Imperio, donde se coronaría emperador, la revuelta iniciada por Toledo se extendió a toda la Meseta Castellana y comenzaron los primeros preparativos militares.

[7]​ Ambos capitanes incendiaron Medina del Campo el 21 de agosto, ocasionando graves perdidas para la ciudad.

Padilla y el resto de los capitanes pasaron por allí tres días después, recogiendo la artillería que los medinenses habían negado a los realistas.

[14]​ Inmediatamente avanzaron en dirección a Burgos (junto con el obispo Antonio de Acuña) para apoyar el inminente levantamiento comunero en la ciudad, pero debido a que este mismo se adelantó dos días, terminó en rotundo fracaso.

[16]​ Fue entonces cuando se comenzó a debatir en la Junta si debía elegirse un comandante en jefe para todo el ejército.

Entonces propuso para el cargo a su colega toledano Pedro Laso de la Vega.

[18]​ Resuelta la cuestión, las tropas comuneras asediaron Torrelobatón tomando la villa el 25 de febrero.

Dicho armisticio terminó promulgándose el 1 de marzo, y cuando nueve días después se debatió si debía extenderse, Padilla regresó a su postura original y dio un voto negativo.

[22]​ Desde entonces, Padilla se mantuvo acuartelado en Torrelobatón, reforzando las defensas y la guarnición de la plaza.

Pudo derribar a Pedro Bazán del caballo, pero recibió una grave herida en la pierna y finalmente fue tomado prisionero por Alonso de la Cueva.

De este modo se ponía fin a un anhelo histórico de la ciudad castellana, que había visto cómo hasta en siete ocasiones el intento por erigir este homenaje había fracasado.

Escultura en bronce de Juan de Padilla, obra del escultor toledano Julio Martín de Vidales.
Retrato de Padilla del siglo XIX
Los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo , de Antonio Gisbert Pérez . 1860. ( Congreso de los Diputados de España , Madrid ).