Tomás Gimena

A los veintiún años y luchando contra la oposición familiar, en esa época ya existían ciertos tópicos sobre el arte y los artistas, tales como el de la vida bohemia, disoluta y pobre que tanto inquietaba a los familiares, pero su vocación es tan fuerte que decide marcharse a Madrid para matricularse en la Escuela Superior de Artes e Industrias para iniciar su aprendizaje artístico.

En 1906 superada la prueba de ingreso continuará su formación durante cinco años en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado teniendo como compañero a Enrique Vera Sales, quien le habla de Toledo y le anima a ir a visitar la ciudad para conocerla y le sirve de cicerone cuando realiza su primera visita, en Madrid también se hace amigo de Fernando Contel y Victorio Macho, con el que se volverá a encontrar en Toledo en los años cincuenta, cuando después de una larga estancia en Suramérica regresa a España y decide instalarse en Toledo creando su Casa-Museo en el paraje conocido como Roca Tarpeya y que hoy acoge su Fundación y al que presentará a su regreso a Toledo al genial artista Cecilio Mariano Guerrero Malagón.

Muchos profesores reclaman para el Arte un papel más útil, enfocado hacia las Artes Industriales y Decorativas.

Tuvo como profesores a Rafael Doménech, Miguel Blay, José Garnelo y Alda, Manuel Marín Magallón, Manuel Menéndez Domínguez, José Moreno y Carbonero, Antonio Muñoz Degrain, Emilio Sala Francés, Miguel Ángel Trilles o Alejo Vera y Estaca, algunos artistas muy reconocidos que practicaban diversos lenguajes estéticos que transmitían a sus alumnos.

Allí comienza a impartir clases de Dibujo y Modelado en el taller artístico creado en 1910 para formar a los aprendices con los que realizará singulares trabajos de cincelado y grabado.

Realizará una importante labor docente, impartiendo conferencias como la dada en 1933 titulada "La importancia espiritual de las Artes Decorativas Clásicas" y siendo director Aurelio Cabrera que en esa época la escuela vive su máximo esplendor.

Tomás Gimena creará escuela al trasmitir sus muchos conocimientos a diferentes generaciones de posteriores artistas como Cecilio Mariano Guerrero Malagón, Luciano Gutiérrez Gómez,[2]​ Tomás Camarero, Cecilio Béjar, el ceramista Gabriel Sánchez Parra, José Aguado, Félix del Valle, Armando Fernández Fraile, Jesús Aparicio o el tallista Juan Salinas, entre otros muchos.

[4]​ En 1925 gana el concurso para realizar el cartel de las fiestas del Corpus, la obra que presenta lleva el lema “Hoc est enim Corpus meum”, según descripción aparecida en el diario “El Castellano”: El cuadro presentado es un cuadro magnífico, muy bellamente construido con figuras creadas por el inmortal Theotocópuli”.

En 1927 también participa en una exposición colectiva en el Ayuntamiento de Albacete con pinturas de Campo Hermoso y su amigo, paisano y escultor José Castellanos, el cual lo retratará en un magnífico dibujo realizado a carboncillo.

En 1961 ya se encontraba muy enfermo y su deseo era volver a su pueblo natal pero a la altura de Quintanar tuvieron que detener la ambulancia que le trasladaba para cerrarle los ojos.

Hay quien recuerda que a su llegada al gran salón donde le esperaban muchos familiares alguien exclamó en voz alta: "Ha muerto el artista de Toledo".

Monumento del Sagrado Corazón de la Ermita de la Vega en Toledo
Cristo crucificado situado en el exterior de la Iglesia de Santo Tomé en Toledo