Si bien la autoría de esta obra fue ampliamente contestada por autores posteriores, en la actualidad se tiene como histórica su atribución a Tomás de Kempis, para algunos inspirado en las obras del místico flamenco Jan van Ruusbroec (beato Rusbroquio, muerto en 1381).Hijo de artesanos, su apellido paterno era Hemerken o Hämmerlein, que en castellano significa "pequeño martillo".Aunque fue acogido por la comunidad, no se le permitió ir a Monte de Santa Inés como esperaba, sino que se le pidió que permaneciera más tiempo en Deventer para terminar sus estudios.Tras un breve período en tal menester pidió a sus superiores pasar al Convento de Agnettenberg, en Windesheim, donde estaba su hermano.Dicho convento, que albergaría la rama clerical del movimiento conocido como Hermanos de la Vida Común, estaba aún a medio edificar al llegar Tomás.Copió la Biblia cuatro veces, una de ellas en cinco volúmenes que se conservan en Darmstadt.[10] Fue escrito durante todo el tiempo de su vida y es muy posible que haya sido el material con el cual el autor enseñaba a sus jóvenes pupilos en Monte Santa Inés.Si Tomás de Kempis escribía para sus pupilos, es probable que no estuviese interesado en publicarlo.La primera publicación real del libro tuvo lugar en 1418 y apareció en forma anónima.En las innumerables copias que comenzaron a hacerse, se pusieron fortuitamente autores diversos, todos personajes de gran talla espiritual, incluido su hermano.[19] Por tanto, toda ciencia que no se funde en la contemplación de lo divino, es vista como vanidad, entendida esta como en confiar en las cosas del mundo: Obviamente, Kempis escribió exclusivamente para monjes de vida contemplativa; es decir, dentro del contexto del monaquismo, algo que debe tener en cuenta todo análisis actual acerca de su postura medieval antiintelectualista.
Los monjes
copistas
medioevales eran las "
editoriales
" de entonces. Tomás de Kempis fue uno de estos hombres que dedicó su vida a elaborar volúmenes de las obras más importantes. Él solo hizo cuatro copias de la Biblia.
El
relicario
con las
reliquias
de Tomás de Kempis en cuya iglesia hay escrito: HONORI, NON MEMORIAE
THOMAE KEMPENSIS
, CUJUS NOMEN PERENNIUS QUAM MONUMENTUM
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9
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