Tras la deposición de Herodes Arquelao en el año 6 d. C., sus territorios se transformaron en una provincia romana.
Se le dio el territorio de Judea con su capital Jerusalén.
O puede ser que Flavio Josefo, al describir las herencias de los hijos de Herodes, omitiera mencionar a Lisanias o a su predecesor, ya que no eran herodianos.
Los herederos eran Aristóbulo y Alejandro, hijos de Herodes con la princesa asmonea Mariamna I.
[4] Durante su enfermedad fatal en el año 4 a. C., Herodes tuvo otro cambio de opinión sobre la sucesión.
Felipe iba a recibir Gaulanitis (los Altos del Golán ), Batanaea (sur de Siria), Traconitis y Auranitis (Haurán).
Por lo tanto, los tres herederos de Herodes viajaron a Roma para presentar sus reclamos; Antipas argumentó que debía heredar todo el reino y los demás sostuvieron que se debía honrar la voluntad final de Herodes.