Terapia Gestalt

La terapia Gestalt también promueve la responsabilidad del individuo por sus propias acciones y su vida.El organismo no es un ser pasivo sometido a estímulos del ambiente que le condicionan.Fritz Perls sostuvo que: El organismo (ser humano) total no está determinado solo por el ambiente ni de manera externa sino también de modo intrínseco e interno por sus necesidades y su tendencia hacia la auto-actualización.Es decir que el terapeuta no tiene ni impone todas “las respuestas correctas”.[12]​ La terapia Gestalt también puede definirse como una forma de psicoterapia existencial/experiencial que enfatiza la responsabilidad personal y se enfoca en la experiencia del individuo en el momento presente.[18]​ Nació en la década de 1942, con la publicación del libro Ego, Hunger and Aggression: A Revision of Freud's Theory and Method (Durban, 1942), escrito por el matrimonio compuesto por Fritz Perls, psiquiatra y psicoanalista, y Laura Perls, psicóloga, que se había formado en la psicología de la Gestalt.Aunque más conocido con el subtítulo The Beginning of Gestalt Therapy, este sólo se añadió para una nueva edición, en 1966.Entre otros colaboradores, se destacan el "teórico" Isadore From, Goodman, Elliot Shapiro, Paul Weiss y Richard Kitzler.Mientras la revolución cognitiva eclipsó la terapia Gestalt en la psicología, muchos pensaron que ella era anacrónica.Así pues, en gran medida ignoraron la necesidad de utilizar la investigación para desarrollar la terapia Gestalt más allá y darle mayor soporte a la práctica, algo que ha comenzado a cambiar.A diferencia de otros enfoques, la terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos.En esta terapia, el cliente es quien tiene que «autocurarse», el terapeuta sólo le acompaña y le ayuda para que lo consiga, haciendo más bien una función de facilitador y no tanto de «curador».También al decir «los jóvenes bebemos mucho» en vez de «yo bebo mucho» se hace uso del plural, y por lo tanto se evita tomar conciencia de la responsabilidad personal (confluencia), confundiendo a la persona en medio del grupo.Cuando hace aparición esta forma inconsciente de controlar la terapia, el terapeuta Gestalt vuelve a conectar al paciente con su cuerpo.Las evidencias que respaldan a la terapia Gestalt son bastante controvertidas y poco investigadas.[25]​[26]​ Por otro, varios profesionales de la salud mental la han catalogado como una pseudociencia[27]​[28]​[29]​[30]​ y la han listado como una terapia que debe ser evitada,[31]​ ya que la critican de no estar lo suficientemente apoyada por pruebas obtenidas mediante el método científico ni tener estudios rigurosos sobre su eficacia o que garanticen una validez interna de sus intervenciones.[33]​[34]​ El efecto de lealtad tiende a contaminar en cierta medida los ensayos aleatorios controlados en general, hasta hoy.De acuerdo a Shean: Debido a esto, investigadores como Opazo[36]​ y Wampold señalan que los tratamientos clasificados como “basados en evidencia” por ensayos clínicos en realidad no son mejores que el resto de psicoterapias.