Desarrolló sus tierras tomando tributo a los mercaderes que descendían por los ríos Merwede y Mosa.
Logró imponerse militarmente a los obispos renanos, consiguiendo para su condado una ancha independencia política y comercial frente al Sacro Imperio Romano Germánico.
Sucedió a su padre a la edad de 12 años,[1] por lo que su madre Lutgarda de Luxemburgo, cuñada del emperador Enrique II el Santo, fue regente del condado desde 995 hasta 1005.
Sin embargo, ello no impidió su regreso al año siguiente cuando se dirigieron a atacar Utrech.
No obstante, fuera por respeto a la sede episcopal o al santo varón que la ocupaba, el obispo Ansfrido, pasaron sin causar daño a la ciudad y se retiraron de la región.
Teodorico III se dedicó a aumentar sus fuerzas y sus posesiones en la ribera del Mosa.