Pronto tuvo que sostener una guerra contra Balduino V, conde de Flandes.
La causa de sus diferencias fue aparentemente los derechos que Balduino pretendía sobre una parte del Zuidbeveland, o el territorio de Zelanda al oeste del río Escalda, por lo que se lanzó en armas contra Teodorico.
Teodorico aprovechó esta victoria y dirigiéndose directamente a Dordrecht recuperó sin obstáculo la ciudad, así como sus otras posesiones que le habían antes arrebatado.
Dos hermanos naturales del conde perdieron allí la vida y él se salvó huyendo hacia Dordrecht.
Cuando al día siguiente se paseaba por las murallas, uno de los soldados del obispo de Colonia, desde un lugar en el que se había escondido, le lanzó una flecha envenenada que le hirió en un muslo falleciendo a los tres días siguientes.