Es el templo número 26 en ser dedicado por la Iglesia, siendo también el primero en un país de habla hispana y el segundo en América del Sur después del templo de São Paulo, Brasil.
Unos 6 mil fieles y locales asistieron a la ceremonia que incluyó una oración dedicatoria.
El momento es considerado milagroso entre los devotos en vista que la lluvia del día paró de caer en el momento que Kimball se levantó a discursar a los presentes.
[10] Como parte de la reconstrucción, el templo fue agrandado un 30%—incluyendo dos salones matrimoniales adicionales—,[11] y renovado su exterior.
La ceremonial re-dedicación del templo de Santiago fue precedida por una casa abierta que permitió al público recorrer el interior, incluyendo el salón celestial, los altares para sellamientos matrimoniales, etc.