Templo de Nuestra Señora del Carmen (Ciudad de México)
El virrey les ofreció la ermita de San Sebastián, y el arzobispo Pedro Moya de Contreras autorizó que se establecieran ahí, desatando un conflicto con los franciscanos, que exigieron conservar el territorio parroquial edificando otra iglesia en el lugar.[5] La parroquia de San Sebastián y su claustro fueron cedidos a los agustinos, quienes la administraron hasta 1750, cuando fue secularizada.[9] En 1788 se autorizó por cédula real la construcción de la capilla de la tercera orden Carmelita y la Academia de San Carlos le encomendó la elaboración del proyecto al arquitecto José del Mazo y Avilés, quien entregó sus planos del proyecto a la junta para su evaluación.[10] El ingeniero Miguel Constanzó revisó y descartó el proyecto de Del Mazo y se le encomendó la realización de este a José Antonio González Velázquez, el director de la academia, quien trazó el proyecto y le encomendó a Del Mazo su construcción.[10] Del Mazo respondió que los cambios habían sido solicitados por los frailes, para usar las puertas laterales durante las procesiones y la academia ordenó tapiarlas.Se realizaron varias obras de restauración, y sigue abierto al culto.
El templo a finales del siglo
XIX
, antes de su ampliación