[1][2] Es considerado uno de los mejores exponentes del estilo neoclásico en la Nueva España.En 1776 se trasladó a Acapulco, para reconocer los daños que un terremoto había causado al Fuerte de San Diego y proyectó la construcción del nuevo fuerte.El proyecto databa de 1786 y había tenido varios cambios en la dirección y planeación de la obra, siendo suspendido en varias ocasiones.Constanzó y el arquitecto González Velázquez trabajaron en el hasta 1797 cuando fue suspendido de nueva cuenta.[5] Siete años más tarde el virrey Iturrigaray retomó el proyecto en 1804 quedando al frente de la construcción el arquitecto Ignacio Castera, quien concluyó la obra en 1807.