Entre los ciclistas que corrieron en el equipo destacan Alex Zülle, Jan Ullrich, Ángel Casero y Fernando Escartín.
[22] Poco después Zülle partió como uno de los favoritos para la Vuelta al País Vasco,[23] en la que finalmente terminó noveno.
[25] A nivel competitivo, tanto las clásicas ardenas como el Tour de Romandía concluyeron sin resultados destacados.
En la Vuelta a Alemania Zülle sufrió una mal golpe en la espalda, y la lesión se agravó al no abandonar la carrera.
y una ligera variación en su fisionomía, adelgazando para sin perder en exceso en la contrarreloj (su fuerte) mejorar en montaña, su hasta entonces punto débil de cara a las clasificaciones generales.
En esas circunstancias, Casero parecía tener dos ofertas italianas, Saeco y Lampre, aunque posteriormente surgieron las dudas.
[50] El escalador Manuel Beltrán llegaba como un buen gregario de cara a la montaña, tras haber trabajado para Abraham Olano en Mapei y Banesto.
[34] También llegó como nuevo patrocinador Bianchi,[56] y se contrató a todos los auxiliares del desaparecido Festina.
En 2002, Thorsten Wilhems ganó en enero la general del Tour de Catar, donde se impuso además en dos etapas y fue tercero en otras dos.
Poco después, ya en febrero, el propio Wilhems y Alex Zülle ganaron las dos primeras etapas de la Vuelta al Algarve.
Escartín fue octavo en la general (a 7'07" del ganador Paolo Savoldelli),[67] y entró entre los diez primeros en cuatro etapas de montaña.
[73] Casero terminó sexto en la general, tras ser segundo en la contrarreloj de la última etapa, con meta en el Estadio Santiago Bernabéu.
En esa segunda mitad de año el corredor más destacado del equipo fue el joven Steffen Radochla, logrando cuatro victorias en carreras menos conocidas de Holanda, Alemania y Bélgica,[74] mientras que Fabrizio Guidi ganó la primera etapa del Brixia Tour disputado en su país.
[122] En enero de 2003 la situación se agravó al conocerse que el ya exmiembro del equipo Frank Høj, que en marzo de 2002 había firmado un nuevo contrato con un sueldo mensual fijo y sin variaciones según los puntos UCI, no había recibido su sueldo desde mayo.
La polémica fue aprovechada por Manolo Saiz (ONCE-Eroski) para atacar a su rival, acusando al Coast de practicar "dopaje burocrático".
[176] El propio Pevenage se implicó en las negociaciones con Bianchi y en la búsqueda de posibles patrocinadores en Alemania que aseguraran la viabilidad económica exigida por la UCI.
[180][181][217][218] La UCI, por su parte, confirmó la existencia de intensas conversaciones con Bianchi (que había mostrado un compromiso a largo plazo) para la formalización del proyecto heredero del Coast, siendo su empresa auditora Ernst & Young la que estaba analizando toda la documentación definitiva presentada para dar el visto bueno a la operación.
Entre los favoritos para el triunfo final destacaba el ganador de las cuatro últimas ediciones Lance Armstrong (US Postal), al asalto de un quinto Tour para igular a los míticos Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin, así como una amalgama de aspirantes completada por Joseba Beloki (ONCE-Eroski), Alexander Vinokourov (Telekom), Tyler Hamilton (CSC), Iban Mayo (Euskaltel-Euskadi) o Ivan Basso (Fassa Bortolo), además del propio Ullrich.
[233] La tercera pirenaica, la última de alta montaña, incluía en su perfil las ascensiones al Aspin, Tourmalet y Luz Ardiden (donde también estaba situada la meta).
Bajo una lluvia incesante y con un manillar muy bajo, en el kilómetro dos Ullrich aventajaba en seis segundos al estadounidense (a un ritmo que de mantenerse la progresión le convertiría en ganador), pero las diferencias fueron acortándose hasta igualar en tiempos en el kilómetro quince; Ullrich, presionado por su director Pevenage, arriesgó y se cayó al trazar una rotonda sobre un asfalto mojado, dando al traste con sus opciones de arrebatar el maillot amarillo a Armstrong.
[242] En sus seis participaciones Ullrich había logrado un triunfo y cinco segundos puestos, tres con Armstrong primero, siendo esta la ocasión en que menor había sido su retraso respecto al americano: 1'01", después de que Armstrong protagonizara la anécdota de la última etapa al ceder 15".
En ese sentido, el alemán achacó su caída a una combinación de lluvia, aceite y arena en dicha zona del trazado y reconoció que a pesar de estar contento con el resultado final, lo sucedido en esa contrarreloj bajo la lluvia le dejaba con sentimientos encontrados.
[255] Sin Jan Ullrich, el Bianchi se presentó en la Vuelta a España disputada en septiembre con Ángel Casero como jefe de filas.
[256] Finalmente Casero abandonó la carrera al no tomar la salida en la contrarreloj de Albacete (13.ª etapa) y el equipo cerró una mediocre participación con Félix García Casas, llegado a mitad de temporada procedente del BigMat-Auber 93,[257] como mejor clasificado: 15.º, a 14'18" del ganador Roberto Heras (US Postal).
Walter Godefroot, jefe del equipo y que tuvo una fuerte discusión con el mentor de Ullrich Rudy Pevenage cuando sus caminos se separaron, mostró su disposición para que dicha reunión se produjese, alimentando así las especulaciones sobre si Ullrich permanecería en el Bianchi o volvería a la potente estructura germana,[263] renombrada T-Mobile Team al pasar el patrocinio de la casa matriz Deutsche Telekom a la filial de móviles T-Mobile).
[251] La mala relación entre Godefroot y Pevenage se presentaba precisamente como uno de los principales obstáculos para el acuerdo.
[268] En aras de ofrecer un proyecto competitivo a Ullrich, Bianchi se mostró interesado en contratar al clasicómano Michele Bartoli para la siguiente temporada.
[279] Ángel Casero fichó por la estructura Kelme dirigida por Vicente Belda, que para la temporada 2004 sería rebautizada como Comunidad Valenciana.
[285] Dahms alegó para no pagarle que Ullrich habría recurrido al dopaje durante aquellos cuatro meses.
El equipo tenía su sede en Essen (Renania del Norte-Westfalia, Alemania),[35] al igual que su patrocinador principal, la empresa Coast.