[1] Sus padres se instalaron en Lima en 1861 y años después le matricularon en el Seminario de Santo Toribio.
Recorrió Francia, Italia y Bélgica, países donde contactó con la producción magistral de arte.
[3] En 1887 envió al Perú quince de sus pinturas para ser expuestas en la Biblioteca Nacional.
[6] En 1906 volvió a Perú para abrir su propio taller, que instaló en Barrios Altos, en la Quinta Heeren, donde también impartió lecciones.
[10] Esta obra lleva el título de Evocación histórica y fue adquirida por el gobierno argentino por 20.000 pesos.
[9][5] Se destacó por sus lienzos de evocación virreinal, inspirados en episodios de las Tradiciones peruanas de Ricardo Palma, que realizó con pincel rápido, gran colorido, en los que vibran los personajes y las multitudes en las procesiones, entre marrones y rosados, verdes y azules.