Título nobiliario

Un título nobiliario es un privilegio legal concedido desde la antigüedad, que distingue a los miembros de la nobleza.

En Hispania, además de estos, existieron los títulos denominados 'señoríos', y algunos menos conocidos como 'palanca', o los 'infanzones', que en Aragón equivalían a los 'hidalgos' castellanos, pero esto fue posterior.

Los privilegios otorgados por la nobleza son hoy casi exclusivamente protocolares, e incluso en España deben abonarse derechos para la sucesión hereditaria de un título.

Hoy sobreviven únicamente en los países de régimen monárquico: Bélgica, Dinamarca, España, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco, Países Bajos, Reino Unido o Suecia y de forma marginal en Noruega; en algunas repúblicas como Alemania los títulos han pasado a formar parte del apellido.

La Santa Sede otorgaba títulos nobiliarios pontificios, pero tras el Concilio Vaticano II esta práctica ha caído en desuso.

Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad.

En Rusia desde 1917 tras la Revolución rusa, el régimen socialista abolió los títulos nobiliarios y emprendió una persecución política hacia la aristocracia nacional.

No obstante aunque Grecia es una república, los títulos de la familia real griega son avalados y reconocidos oficialmente por la corte de la monarquía danesa, lo que los convierte en títulos legales en Dinamarca o por cortesía en cualquier país monárquico.

En Francia fueron abolidos en varias ocasiones y restaurados posteriormente desde la Revolución francesa hasta la III República en 1870.