La práctica de beber té tiene una larga historia en China, pues se originó allí.
El té chino se puede clasificar en cinco categorías distintivas: blanco, verde, oolong, negro y postfermentado.
El popular Tieguanyin, por ejemplo, se remonta a una sola planta descubierta en Anxi, en la provincia de Fujian.
Los tés blancos y verdes son tratados térmicamente (en chino tradicional, 殺青; en chino simplificado, 杀青) poco después de la cosecha para evitar la oxidación, a menudo llamada fermentación, causada por enzimas naturales en las hojas.
La ortografía de las variedades a menudo refleja el uso del inglés y la pronunciación histórica o del sur de China en lugar del pinyin moderno oficial, por ejemplo: Bohea (武夷茶 wǔyí chá), Congou (工夫 gōngfu), Hyson (熙春茶), Souchong (拉普山小種 lāpǔshān xiǎozhǒng), Chunmee (珍眉 zhēnméi), Sowmee (秀眉 xiùméi), Pekoe (白毫 báiháo), Keemun (祁門紅茶 qímén hóngchá).