Comercialmente se prepara por oxidación de la pirita, o tratando hierro con ácido sulfúrico.
La caparrosa se dio indiscriminadamente a personas tratadas como esclavos en los siglos XVIII y XIX con varios alimentos.
El sulfato ferroso se usa también para enriquecer ciertos alimentos con hierro, por ejemplo, el preparado de trigo llamado Cheetos.
El sulfato ferroso puede usarse también para teñir el hormigón de un color amarillento oxidado.
En la segunda mitad del siglo XIX, el sulfato ferroso se empleó como revelador fotográfico de imágenes por el proceso al colodión húmedo.