Muchos sucedáneos se han preparado durante épocas de carestía como guerras y posguerras.
Por ejemplo, en Turquía el café de garbanzos sustituyó al afamado café turco durante la escasez alimentaria sufrida por el resquebrajamiento del imperio otomano, en la Primera Guerra Mundial.
[1] También en España o en la Provenza francesa se puede encontrar, aunque cada vez menos, el café hecho de garbanzos tostados y molidos.
Algunas tradiciones culinarias, como la coreana, tienen bebidas hechas de grano tostado en lugar de café o té (incluyendo boricha, oksusu cha y hyeonmi cha).
Los sucedáneos de café pueden hacerse tostando o decociendo diversas sustancias orgánicas.