Se denomina spitz (del alemán spitz, que significa ‘puntiagudo’,[1] en referencia al hocico puntiagudo) a un grupo de perros cuya mayoría de razas, en general, tienen orejas puntiagudas, ojos almendrados, hocico puntiagudo, pelaje de doble capa y cola que se curva sobre la espalda.
Los spitz se adaptan bien a vivir en los duros climas del norte.
Las orejas pequeñas y erguidas ayudan a reducir el riesgo de congelación, las proporciones cuadradas y el pelaje grueso que crece en las patas protegen a los perros del hielo afilado.
Varias razas de spitz (como los huskies) se crían con un solo propósito.
Sin embargo, es común que muchas razas de spitz (como los laikas rusos) sean perros de uso general en sus tierras nativas, utilizados para cazar, transportar, pastorear y proteger.